
Revisando jurisprudencia en materia de responsabilidad penal de la persona jurídica he tenido dos revelaciones. La primera ha sido como un sentimiento de vacío existencial al comprobar que sentía el eco del ruido del teclado en la base de datos de jurisprudencia. Parece mentira, pero 9 años después de la entrada en vigor de la cosa, las sentencias jugosas en la materia se cuenten con los dedos de la mano y encima te sobran dedos.
Me paso media vida diciéndole a todo el mundo que vigilen con este tema, que el derecho penal corporativo va a ser la gran amenaza del futuro y que el derecho penal está cambiando pero, la verdad, es que mi profecía (la mía y de algunos más) cada vez se parece más a la fábula de pedro y el lobo.
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